En las últimas décadas, hemos sido testigos de varias transformaciones en nuestras ciudades y edificios. El crecimiento urbano acelerado ha dado lugar a la construcción de rascacielos y edificios de gran altura que dominan el horizonte. A medida que nuestras ciudades crecen hacia arriba, la movilidad vertical se ha convertido en una necesidad esencial para la vida urbana moderna.
Actualmente, los elevadores son indispensables en una amplia gama de edificios, desde departamentos hasta oficinas comerciales. Su importancia radica en su capacidad para proporcionar acceso rápido y eficiente a diferentes niveles de un edificio, mejorando la accesibilidad y la comodidad para sus ocupantes.
Sin embargo, hay una gran cantidad de edificios construidos hace varias décadas que no cuentan con un elevador y agregar uno a estas construcciones es un reto, pero no es algo imposible.
La respuesta es sí, en la mayoría de los casos sí. Gracias a los avances tecnológicos, ahora es posible integrar estos sistemas de transporte vertical en edificios existentes, lo que abre un mundo de posibilidades para la modernización de los edificios y la mejora de la accesibilidad.
Lo más importante a considerar para agregar un elevador a un edificio ya existente, es el espacio disponible. Hay elevadores compactos que se ajustan a espacios reducidos hasta equipos personalizados que aprovechan al máximo el espacio disponible, hay opciones para satisfacer las necesidades de cualquier edificio.
Además del espacio, también es importante considerar la infraestructura y la ingeniería necesarias para instalar un elevador. Esto puede implicar adaptaciones o modificaciones en el edificio, así como en en las instalaciones mecánicas y eléctricas. Sin embargo, con la ayuda de profesionales experimentados en la industria como los de Otis, este proceso puede realizarse de manera sencilla.
Agregar un elevador a un edificio existente puede hacerse de cuatro maneras distintas:
Para poder instalar así un elevador, el hueco de la escalera debe ser grande, lo suficientemente grande como para que quepa un elevador. Este espacio debería poder albergar una cabina de 1 metro de ancho, 1.25 metros de fondo y 80 centímetros para la apertura de la puerta, esto para garantizar el cupo de una silla de ruedas. El espacio libre de cubo necesario para un elevador con estas medidas es de aproximadamente 1.60 metros de ancho y 1.60 metros de fondo. Si el espacio tiene medidas diferentes existen opciones de elevadores diseñados a la medida.
Si el hueco de las escaleras no es lo suficientemente grande, o el elevador rompería con la estética del edificio, instalarlo en la fachada es otra buena opción.
Para tal instalación, se debe considerar si existe un espacio en la calle, en la fachada, que pueda utilizarse sin afectar el mobiliario urbano, como banquetas, postes de luz, árboles, etcétera.
Este hueco de este tipo de elevadores puede ser de diferentes materiales como ladrillo o incluso cristal.
Muchos edificios cuentan con un patio interno que, en caso de no contar con ventanas directas, puede ser una excelente opción para colocar la torre de un elevador sin restar espacio útil a los edificios.
Si no es viable ninguna de las opciones anteriores, se puede optar por un elevador dentro de las viviendas. Estos equipos cuentan con una llave para que el acceso a cada piso, a cada vivienda, se realice de manera segura.
Cuando se instala un elevador dentro de viviendas existentes se debe considerar la reducción del espacio como resultado de la construcción del hueco del elevador.
En resumen, la incorporación de elevadores a edificios ya construidos es posible y es un ejemplo de cómo ha avanzado la tecnología y la ingeniería en la búsqueda de soluciones innovadoras para las necesidades crecientes de movilidad vertical. Si después de leer este artículo estás considerando integrar un elevador a tu edificio, acércate a Otis, nuestros expertos te estarán esperando.